CONSEJOS RESPECTO A LOS PROPOSITOS
Concreta. -Que no sean tus propósitos luces de bengala que brillan un instante para dejar
como realidad amarga un palitroque negro e inútil que se tira con desprecio.
¡Eres tan joven! -Me pareces un barco que emprende la marcha. -Esa ligera desviación de
ahora, si no la corriges, hará que al final no llegues a puerto.
Haz pocos propósitos. -Haz propósitos concretos. -Y cúmplelos con la ayuda de Dios.
Me has dicho, y te escuché en silencio: "Sí: quiero ser santo." Aunque esta afirmación, tan
difuminada, tan general, me parezca de ordinario una tontería.
¡Mañana!: alguna vez es prudencia; muchas veces es el adverbio de los vencidos.
Haz este propósito determinado y firme: acordarte, cuando te den honras y alabanzas, de
aquello que te avergüenza y sonroja.
Esto es tuyo; la alabanza y la gloria, de Dios.
Pórtate bien "ahora", sin acordarte de "ayer", que ya pasó, y sin preocuparte de "mañana",
que no sabes si llegará para ti.
¡Ahora! Vuelve a tu vida noble ahora. -No te dejes engañar: "ahora" no es demasiado pronto...
ni demasiado tarde.
¿Quieres que te diga todo lo que pienso de "tu camino"? -Pues, mira: que si correspondes a la
llamada, trabajarás por Cristo como el que más: que si te haces hombre de oración, tendrás la
correspondencia de que hablo antes y buscarás, con hambre de sacrificio, los trabajos más
duros...
Y serás feliz aquí y felicísimo luego, en la Vida.
Esa llaga duele. -Pero está en vías de curación: sé consecuente con tus propósitos. Y pronto el
dolor será gozosa paz.
Estás como un saco de arena. -No haces nada de tu parte. Y así no es extraño que comiences a
sentir los síntomas de la tibieza. -Reacciona.
Oh Dios, que
por mediación de la Santísima Virgen otorgaste
a San Josemaría, sacerdote, gracias innumerables, escogiéndole
como instrumento fidelísimo para fundar el Opus Dei, camino
de santificación en el trabajo profesional y en el cumplimiento
de los deberes ordinarios del cristiano: haz que yo sepa también
convertir todos los momentos y circunstancias de mi vida en ocasión
de amarte, y de servir con alegría y con sencillez a la
Iglesia, al Romano Pontífice y a las almas, iluminando
los caminos de la tierra con la luminaria de la fe y del amor.
Concédeme por la intercesión de San Josemaría el favor que te pido... (pídase). Así sea.
Padrenuestro, Avemaría, Gloria.
Concreta. -Que no sean tus propósitos luces de bengala que brillan un instante para dejar
como realidad amarga un palitroque negro e inútil que se tira con desprecio.
¡Eres tan joven! -Me pareces un barco que emprende la marcha. -Esa ligera desviación de
ahora, si no la corriges, hará que al final no llegues a puerto.
Haz pocos propósitos. -Haz propósitos concretos. -Y cúmplelos con la ayuda de Dios.
Me has dicho, y te escuché en silencio: "Sí: quiero ser santo." Aunque esta afirmación, tan
difuminada, tan general, me parezca de ordinario una tontería.
¡Mañana!: alguna vez es prudencia; muchas veces es el adverbio de los vencidos.
Haz este propósito determinado y firme: acordarte, cuando te den honras y alabanzas, de
aquello que te avergüenza y sonroja.
Esto es tuyo; la alabanza y la gloria, de Dios.
Pórtate bien "ahora", sin acordarte de "ayer", que ya pasó, y sin preocuparte de "mañana",
que no sabes si llegará para ti.
¡Ahora! Vuelve a tu vida noble ahora. -No te dejes engañar: "ahora" no es demasiado pronto...
ni demasiado tarde.
¿Quieres que te diga todo lo que pienso de "tu camino"? -Pues, mira: que si correspondes a la
llamada, trabajarás por Cristo como el que más: que si te haces hombre de oración, tendrás la
correspondencia de que hablo antes y buscarás, con hambre de sacrificio, los trabajos más
duros...
Y serás feliz aquí y felicísimo luego, en la Vida.
Esa llaga duele. -Pero está en vías de curación: sé consecuente con tus propósitos. Y pronto el
dolor será gozosa paz.
Estás como un saco de arena. -No haces nada de tu parte. Y así no es extraño que comiences a
sentir los síntomas de la tibieza. -Reacciona.
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ORACIÓN
A SAN JOSEMARÍA
Oh Dios, que
por mediación de la Santísima Virgen otorgaste
a San Josemaría, sacerdote, gracias innumerables, escogiéndole
como instrumento fidelísimo para fundar el Opus Dei, camino
de santificación en el trabajo profesional y en el cumplimiento
de los deberes ordinarios del cristiano: haz que yo sepa también
convertir todos los momentos y circunstancias de mi vida en ocasión
de amarte, y de servir con alegría y con sencillez a la
Iglesia, al Romano Pontífice y a las almas, iluminando
los caminos de la tierra con la luminaria de la fe y del amor.Concédeme por la intercesión de San Josemaría el favor que te pido... (pídase). Así sea.
Padrenuestro, Avemaría, Gloria.
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