lunes, 19 de agosto de 2013

Consejos de San Jose Maria Escriva (LA VOLUNTAD DE DIOS)


 CONSEJOS RESPECTO A LA VOLUNTAD DE DIOS

Esta es la llave para abrir la puerta y entrar en el Reino de los Cielos: "qui facit voluntatem
Patris mei qui in coelis est, ipse intrabit in regnum coelorum" -el que hace la voluntad de mi
Padre..., ¡ése entrará!

De que tú y yo nos portemos como Dios quiere -no lo olvides- dependen muchas cosas
grandes.

Nosotros somos piedras, sillares, que se mueven, que sienten, que tienen una libérrima
voluntad.
Dios mismo es el cantero que nos quita las esquinas, arreglándonos, modificándonos, según
El desea, a golpe de martillo y de cincel.
No queramos apartarnos, no queramos esquivar su Voluntad, porque, de cualquier modo, no
podremos evitar los golpes. -Sufriremos más e inútilmente, y, en lugar de la piedra pulida y
dispuesta para edificar, seremos un montón informe de grava que pisarán las gentes con
desprecio.


¿Resignación?... ¿Conformidad?... ¡Querer la Voluntad de Dios!

La aceptación rendida de la Voluntad de Dios trae necesariamente el gozo y la paz: la felicidad
en la Cruz. -Entonces se ve que el yugo de Cristo es suave y que su carga no es pesada.

¡Paz, paz!, me dices. -La paz es... para los hombres de "buena" voluntad.

Un razonamiento que lleva a la paz y que el Espíritu Santo da hecho a los que quieren la
Voluntad de Dios: "Dominus regit me, et nihil mihi deerit" -el Señor me gobierna, nada me
faltará.
¿Qué puede inquietar a un alma que repita de verdad esas palabras?

Hombre libre, sujétate a voluntaria servidumbre para que Jesús no tenga que decir por ti
aquello que cuentan que dijo por otros a la Madre Teresa: "Teresa, yo quise... Pero los hombres
no han querido".

Acto de identificación con la Voluntad de Dios:
¿Lo quieres, Señor?... ¡Yo también lo quiero!

No dudes: deja que salga del corazón a los labios un "Fiat" -¡hágase!... -que sea la coronación
del sacrificio.

Cuanto más cerca está de Dios el apóstol, se siente más universal: se agranda el corazón para
que quepan todos y todo en los deseos de poner el universo a los pies de Jesús.

Más quiero tu Voluntad, Dios mío, que no cumpliéndola -si pudiera ser tal disparate-, la
misma gloria.

El abandono en la Voluntad de Dios es el secreto para ser feliz en la tierra. -Di, pues: "meus
cibus est, ut faciam voluntatem ejus" -mi alimento es hacer su Voluntad.

Ese abandono es precisamente la condición que te hace falta para no perder en lo sucesivo tu
paz.

El "gaudium cum pace" -la alegría y la paz- es fruto seguro y sabroso del abandono.

La indiferencia no es tener el corazón seco... como Jesús no lo tuvo.

No eres menos feliz porque te falta que si te sobrara.

Dios exalta a quienes cumplen su Voluntad en lo mismo en que los humilló.

Pregúntate muchas veces al día: ¿hago en este momento lo que debo hacer?






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ORACIÓN A SAN JOSEMARÍA

Oh Dios, que por mediación de la Santísima Virgen otorgaste a San Josemaría, sacerdote, gracias innumerables, escogiéndole como instrumento fidelísimo para fundar el Opus Dei, camino de santificación en el trabajo profesional y en el cumplimiento de los deberes ordinarios del cristiano: haz que yo sepa también convertir todos los momentos y circunstancias de mi vida en ocasión de amarte, y de servir con alegría y con sencillez a la Iglesia, al Romano Pontífice y a las almas, iluminando los caminos de la tierra con la luminaria de la fe y del amor.
Concédeme por la intercesión de San Josemaría el favor que te pido... (pídase). Así sea.
Padrenuestro, Avemaría, Gloria.


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